LA MEJOR FORMA DE EDUCAR Resulta paradójico que la sociedad en general se preocupe por un futuro educativo en las generaciones que se están levantando o en las que se levantarán, cuando esta misma generación ha olvidado su presente. Muchos padres de familia, profesores, líderes, etc., viven  alarmados por cómo éstos se forman, lamentándose  con exclamaciones de desconsuelo sobre el futuro  ético y moral que le espera a sus hijos, alumnos y/o liderados. Hoy día los llamados maestros se dedican a enseñar normas éticas, a rediseñar modelos educativos, a preparar discursos para exponer a sus diferentes públicos, ignorando que la mejor forma de enseñar, el mejor modelo a implementar, el mejor discurso por expresar, es el ejemplo, ese ejemplo que está en el presente, por medio del cual se logra la mayor aceptación en quien observa, ya que la enseñanza dada por ese testimonio andante,  es mejor que cualquier elocuente discurso sobre ética o moral. La sociedad día a día se adentra en rumbos equivocados, el egoísmo y la individualidad son las metas de cada quien, cada persona busca su propio beneficio, omitiendo que este mundo se compone de colectividades, la familia es la primera de ellas;  es en el seno de un hogar donde se gestan las primeras bases de las cuales dependerá el comportamiento de cada individuo, he ahí la responsabilidad de no solo enseñar con lo que se habla, sino también enseñar con lo que se hace, puesto que es más fácil aprender con lo que se ve, que con lo que se oye, siendo éste factor el más olvidado de todos en el momento de enseñar “buenos valores y principios”. Los seres humanos en su etapa inicial de desarrollo, desean imitar a su padre, madre o simplemente al adulto con quien pasan más tiempo, al ir creciendo, siguen imitando y lo que observan, van realizando, ¿Qué están observando los niños en casa?, ¿Qué están observando los niños en la escuela?, ¿Qué están observando los liderados en su líder?; existen discursos refinados sobre educación, pero siempre el testimonio, y el ejemplo práctico primará sobre cualquier modelo de enseñanza; por esta razón es que no se debe delegar la labor de educar a unos cuantos, sino que toda persona debe asumir su rol de educador, debido a  que siempre habrá alguien que estará observando e imitando. En esta edición los escritos giran en dos temáticas, la primera: “Educación y Valores”, donde cada columnista deja notar su preocupación frente a distintas problemáticas que a diario se viven, presentando a su vez una posible solución ante  las  problemáticas identificadas; la segunda temática es: “Fin del Mundo”, tema interesante para muchos, el cual no hemos querido ignorar para esta edición, en él, distintos columnistas han aportado puntos de vistas frente a este fenómeno que se espera y lo que posiblemente signifique desde la perspectiva bíblica, teológica y experiencial de cada uno. La presente edición se ha elaborado  con la dedicación que amerita un contenido que busca ser útil a quien participe de él; por esta razón y gracias a Dios y a todos los que hicieron parte de este número, nos satisface presentar la tercer edición de la revista Punto & Aparte.  Jabes Nahúm Parra.